Es un tomo enjundioso --editado por la Academia Norteamericana de la Lengua Española-- que reúne tanto los versos de Ambroggio como ensayos críticos de su obra.
Encuentro en estas páginas una poesía seria y pulida que habla de esa lucha anónima que se da entre los habitantes de dos culturas, como reclama el autor en «Don de lenguas».
Me habitan dos lenguajes enemistados;
me siento esclavo en mi propia carne.
Desheredo las palabras dulces,
obedezco y me rebelo ante órdenes
que me desprecian con sílabas mortales
y huelo a gritos discordantes
como pan quemado.
Los versos de Ambroggio, como él mismo dice en uno de sus ensayos, están hechos de “palabras que muerden, que tocan, que cantan, que defecan” para un hombre que busca en ellas su realización.